Baila el caos.
En el suelo; pisadas de la nueva criatura. Revolución.
Baila una luz.
Se han encontrado… a veces juegan juntos, a veces se tiran piedras, corre él y se
agacha ella.
Guerra y paz, bien y mal ¿Son tal vez lo mismo? Y luego…
¿Y luego? Luego quedan en nuestra mente el eco de esa revolución, en esa extraña calma que surge
tras el caos; preguntas que nos ponen en el centro del escenario para interrogarnos
sobre nuestra propia humanidad y nuestra capacidad de acción:
¿Podemos hacernos dueños de nuestro propio destino? ¿Hasta qué punto podemos elegir entre
ese bien y ese mal, entre la paz y la guerra? ¿No será que somos sombra y luz, y luz y sombra, en
un eterno giro de bailarines en trance?